Información Publicada por el diario El Austral de Osorno
Un simple paseo por Antillanca casi le cuesta la vida a un osornino. Fue cosa de suerte o del destino que un radioaficionado haya captado su señal de auxilio, lo que permitió en cosa de horas un despliegue de rescate.
Pero no es un hecho aislado el que un radioaficionado esté atento a este tipo de eventualidades. Basta con recordar lo ocurrido el 27 de febrero pasado, cuando un terremoto de gran intensidad azotó la zona centro-sur de nuestro país.
La tarde del sábado el radioaficionado Camilo Saavedra estaba justamente con su equipo monitoreando señales, cuando a eso de las 18 horas las peticiones de ayuda llegaron a sus oídos, proveniente del cráter Raihuén, sector de Antillanca.
Una persona alertaba que uno de los integrantes de su grupo se había lesionado mientras practicaba trekking y que no se podía mover. La lesión era bastante grave, pues se había fracturado la tibia y peroné de una de sus piernas. Ante ello Camilo no lo pensó dos veces y de inmediato hizo las llamadas para conseguir el rescate.
“Era un grupo de cuatro personas que estaban practicando trekking. Entre ellos estaba Carlos Armijo, que también es radioaficionado.
Él emitió la alerta de emergencia y yo la logré captar. Me puse en contacto con Guillermo Saint-Jean que es otro colega y entre los dos realizamos las maniobras; nos contactamos con Socorro Andino y les dimos las coordenadas para que los encontraran”, apuntó Saavedra.
Una hora y media, aproximadamente, transcurrió desde que los excursionistas hicieron el llamado de socorro y los rescatistas dieron con su paradero.
Estando en un lugar habilitado, inmediatamente el lesionado, identificado como Francisco González (en la foto) de 39 años, fue derivado en una ambulancia hasta Osorno.
De no ser por la recepción de la señal por parte de Camilo, el final de esta historia podría haber sido una tragedia, puesto que las condiciones climáticas del fin de semana eran complicadas, a raíz de la cantidad de viento en el sector de Antillanca.
Agradecido se mostró el grupo de excursionistas involucrado, compuesto por los osorninos Carlos Armijo, José Luis Gallardo, José Soto y Francisco González.
El lesionado (González) detalló lo ocurrido en Antillanca. “Fue una situación bastante desafortunada. Llevo 10 años practicando esto y en algún momento me tenía que ocurrir. Iba descendiendo en una pendiente con nieve dura y una capa de hielo, por lo que sufrí un resbalón. Cuando traté de hacer auto retención me torcí y giré el cuerpo al caer y no pude detenerme lo suficientemente rápido. Me fracturé al quedar enganchado”.
Agregó que “si no nos encontraban, habríamos tenido que cavar en la nieve y hacer una cueva para pasar la noche ahí. Quizás hubiésemos resistido, pero en condiciones extremas”.
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